Llega la celebración
del año nuevo, compartir con amigos o en familia, es una de las tradiciones más
arraigadas en Bolivia, pero para muchas personas es un tiempo de estrés y
preocupación.
La ansiada fiesta de
fin de año, que propicia reuniones y encuentros familiares generan ansiedad en
las personas que consumen drogas y alcohol porque las emociones les juegan
malas pasadas.
En la mente del consumidor
(usuario de drogas y alcohol), el ciclo de consumo se asocia con: los eventos,
las personas con las que nos reencontramos, la diversión Junto con las
emociones que nos desbordan.
Manejar este ciclo se
convierte en un pico de ansiedad que solo se tolera muchas veces incurriendo en
el consumo.
Entonces qué podemos
hacer para ayudar a nuestro hijo o algún otro familiar, pueda lidiar con esta ansiedad
que lo predispone a consumir.
- Es importante crear un ambiente protector donde las bebidas estén ausentes
- Ser participativos con el familiar
- Evitar el señalamiento
- Incluirlo en las actividades
- Organizar reuniones pequeñas con personas de confianza
- No generar expectativas sobre el consumidor
- No crear significado relacionados directamente con grandes eventos y fiestas grandes.
Otra de las circunstancias
más difíciles de manejar, ocurre cuando nuestro ser amado se presenta bajo los
síntomas del consumo.
Es cierto, esto genera
tensión y malos momentos entre los miembros de la familia, sobre todo en los padres,
es importante controlarse y actuar en base a las siguientes actitudes:
- No confrontes
- Evita el conflicto
- Conversa con calma y deja una puerta abierta para una nueva conversación, cuando pasen los afectos.
Siempre puedes contar
con nuestra ayuda, recuerda que no estas solo o sola, en Redes personal puedes
encontrar un equipo de aliados para ayudarte a lidiar con estas circunstancias y
rescatar a tu ser amado.
Nos puedes llamar hoy
mismo 71049996